Pronto es bueno pero más pronto es mejor

El pasado Jueves 8 de Octubre se presentó en el EspaiDos de la Sala Muncunill la exposición Pronto es bueno pero más pronto es mejor de Fermín Jiménez Landa.

Algunas imágenes de la exposición:

Pronto es bueno pero más pronto es mejor

Fermín Jiménez Landa

Inauguración: jueves 8 de octubre a las 20 hs
Exposición: 8 de octubre al 8 de noviembre de 2009
Horario: martes a viernes de 17 a 21h

El ciclo Terrassa Comisariado ESPAIDOS acoge durante 2009 el proyecto curatorial Kairós, momentos de claridad, una iniciativa en forma de ciclo de exposiciones, acciones o eventos inscritos en la creación contemporánea actual. Kairós busca prestar atención a ciertos momentos oportunos y cualitativos, únicos y especiales, a través del trabajo de artistas emergentes.

La exposición de Fermín presenta dos vídeos. Cada uno de ellos registrados en dos estaciones del año diferentes: invierno y verano. Dos acciones que ponen de relieve la idea del tiempo cualitativo, de un kairós aplicado a la idea de un paisaje y entorno concreto. El vídeo de invierno narra la recogida de bolas de nieve y el proceso de almacenamiento de las mismas en congeladores para ser guardadas hasta el verano. El registro de verano es la recuperación de esas bolas congeladas para hacer una guerra de bolas de nieve en un contexto veraniego: en un jardín con piscina.

Los vídeos presentados en la sala proyectados en paredes diferentes y en formatos diferentes proponen una disposición que ineludiblemente constituye un diálogo. La recogida de bolas está impregnada de cierta nostalgia: cerca de la ciudad natal del artista, Pamplona, donde hace años que ya no reside, con la ayuda de sus amigos del colegio y reviviendo momentos propios de un invierno en el norte.

La recuperación de las bolas congeladas tiene lugar en una reunión del artista con sus amigos de infancia en una casa de campo con jardín y piscina el verano siguiente. El momento de reencuentro de los colegas es idóneo para la guerra de bolas de nieve. Este cambio temporal, que no tan espacial, es el objeto de Fermín para intercambiar los contextos y jugar con los diferentes kairós de manera un tanto gamberra.